Nos pasamos todo un años esperando las ansiadas vacaciones y , en un abrir y cerrar de ojos, junio pega un salto a septiembre… ¿ Qué tal nos sienta la vuelta al cole?.
Los niños han pasado todo el verano evitando rutinas, horarios, saltándose esas normas que durante 9 meses han mantenido lo mejor posible. Días en la paya, en el pueblo, en el campamento, con los amigos… Trasnochar, bailar, cantar, jugar y estar tiempo con su familia ha sido la única preocupación. Y de repente, a mentes inocentes toca decirles, hoy hay que acostarse pronto que mañana volvemos al colegio.
Sorprendentemente muchos de ellos no sientes esa depresión o nostalgia (ese síndrome postvacacional) que sentimos los adultos, ellos piensan en volver a ver a sus amigos, jugar con ellos y contarse sin parar todas esas nuevas experiencias y anécdotas vividas.
Es una inocencia la que les caracteriza, unas ganas de comerse el mundo dejando de lado las preocupaciones.
Los pequeños que cambian de colegio, de amigos o de profesora lo llevan un poco peor, necesitan “adaptarse“, unos días de centrarse para intentar manejar y conocer el nuevo entorno.
¿ Cuáles son las recomendaciones para hacer que este proceso sea más llevadero?
- Información. Adelantarse a los cambios. Es muy importante la comunicación en estos momentos y que los pequeños sepan que van a volver al colegio y en las condicones en las que vuelven. Es importante adaptar la conversación pendiente según la edad del pequeño. Recordarles que van a ir a un colegio nuevo, o a volver a ver a sus amigos, que van a pasar un rato donde van a jugar y aprender muchas cosas y que siempre a la salida estarán sus familiares para recogerlos y llevarles de nuevo a casa. La finalidad es transmitir mensajes positivos para que está dura vuelta a la rutina sea mejor. Es importante que los peques escuchen desde casa que la vuelta al cole es una cosa positiva.
- Adaptar los nuevos horarios. Después de un largo período de descanso es importante imponer cierta disciplina en los horarios. En verano los pequeños tienen más descontrol por lo que intentar hacerlo de forma progresiva es importante para recuperar el horario de comidas y de sueño.
- Preparar con ellos la vuelta al cole. Si convertimos en una actividad agradable la vuelta a la rutina conseguiremos una mejor adaptación. Preparar con ellos la ropa del colegio, los libros y el material escolar, la mochila….
- Formar un equipo. Lo más importante es que se sientan apoyados, arropados y con mensajes positivos a su alrededor. Acompañarlos los primeros días de clase hasta que se adapten, para intentar evitar una posible indefensión.
- Otro aspecto clave es normalizar la despedida, la cual depende de nosotros, intentar evitar la sensación de padres preocupados en el momento de dejarlos en el colegio. Los padres somos un espejo y ellos siempre tienden a imitar.
- Los juegos no acaban y después del colegio van a seguir teniendo tiempo de ocio, seguirán haciendo cosas que les gusten; Ir a ludotecas, al parque , jugar en casa, pasear, actividades extraescolares, ver a la familia…..
- Los primeros días es importante compartir con ellos las experiencias que ha vivido durante el día, preguntarles cómo ha ido el colegio, qué tal la profesora y los amigos para ir normalizando e intentar identificar problemas de forma precoz.
Suele estar dentro de lo normal que a la mayoría de los pequeños les cueste la adaptación y mostrar actitudes o sentimientos de rechazo o desgana al colegio, los cuales poco a poco se irán normalizando. Porque en definitiva, ¿a quién le gusta volver al trabajo después de unos días de relax?.
Autor: Laura Pozuelo